MÍA Diario de una almohada
Cada ser humano es una caja llena de sorpresas; cada cual es un Mundo diferente, a pesar de compartir espacios y tiempo, con otros. Hay quienes, dispuestos a someterse con tal de no ser apartados de lo que consideran su único y verdadero amor, prefieren escribir en el libro de la vida, porque no tienen voz.
Agosto 08
Querido diario. Hoy he decidido escribir algunas cosas de mi vida. No serán muchas, pero, tal vez en el futuro al releerlas entienda qué me está sucediendo.
El amor de mi vida me tiene por nombre MÍA y le he permitido ser mi único dueño. No tengo figura de reina, pero sé que me desea cada noche para lograr un sueño reparador. Mis medidas son 60-45-15 y tengo el Alma suave, con textura muy parecida a burbujas flotantes. Siempre visto de blanco con franjas anchas color azul. Mis extremos se cierran con puntadas hechas a mano, reforzadas y delicadamente trabajadas.
Durante toda mi vida he acompañado sueños, resistido golpes, lágrimas, sudor, suspiros y, además, estoy ahí cuando de tomar decisiones se trata.
Llevo cinco años con un defecto físico que se ha acentuado y convertido a la vez, en una gran ventaja para el amor de mi vida; uno de mis extremos está más aplastado que el otro porque se apoya en él para evitar roncar.
Se dice de mí, que soy soñadora, que me consuelo yo misma y que tengo muy alta mi autoestima. Siempre tengo razones para sentirme bella, útil y querida.
Agosto 15
¡Qué difícil es levantarse cualquier día de la semana, especialmente para mí!
Querido diario, quiero confesarte que ayer quise aprovechar desde las seis de la tarde, hora en que se acuestan las gallinas, para que mi noche fuera bien, pero bien larga.
Sentí el estupendo calorcito de aquella cabeza llena de ilusiones, pese a que cada día tiene más canas. Toda la noche la arrullé y escuché sus pensamientos. Estábamos soñando con un anhelado paseo y preciso cuando nos íbamos a subir al avión, sonó el bendito despertador.
Tomé la calientita cabeza y la abracé fuertemente, para que no se apartara de mí. Le prometí cosas maravillosas para que continuara conmigo por lo menos cinco minutitos más. No quería que terminara esta noche deliciosa.
Quería que mis fibras se convirtieran en adhesivos imposibles de despegar; que mis entrañas se quedaran para siempre enredadas en sus finas canas.
Lamentablemente para mí, hoy es lunes y mi cabecita tiene que empezar a pensar en los problemas de la cotidianidad, ¡en los que malgasta media vida! Cuánto me dolió desprenderme de lo que más me gusta: mi amor hermoso y un fin de semana lleno de tranquilidad.
Agosto 18
Hoy pensaba en situaciones difíciles de mi vida y recordé una de esas noches en que mi cabecita daba vueltas y vueltas, ante la imposibilidad de dormir; cuando hay que tomar decisiones, la gente dice: “consúltelo con la almohada”, como si yo fuera la última opción para reflexionar o solucionar problemas…¡jum!
Pues bien, esa noche necesitaba concentrarme para solucionar el gran inconveniente que tenía mi dueño.
Quería sólo que descansara y se apoyara en mí para que sintiera el gran amor que le tengo, que me abrazara y colocara su frente caliente sobre mis fibras suaves y se refrescara. Así seguramente podría resolver sus inquietudes para que al otro día las cosas salieran mejor.
De repente, percibí un olor característico, de cierta parte corporal noble, que, mirándome con dos pequeños óvalos, amenazó mi superficie con acariciarme. Yo sólo quería ser tierna y amable, pero, me sentí agredida. Me sentí apretada, casi asfixiada y por poco muero, cuando mi dueño más que satisfecho me tiró al piso porque después de su éxtasis por fin pudo conciliar su sueño.
Agosto 20
Diario de mi vida, necesito escribir sobre lo que me pasó hoy. Esta mañana, cuando quedé sola, al borde de la cama, ladeada, casi tocando el piso, la nueva y engreída mesa de noche, me abordó con comentarios incisivos:
- Oye, MÍA... No quiero ser imprudente, o sea… pero necesito contarte algo que escuché decir al jefe recién llegué a esta familia…
No debí prestarle atención. Me siento triste, reflexiva. Pero fue tan insistente que le di espacio para que me dijera:
- A ver, por dónde empiezo… MÍA, ya llevas cinco años sirviendo a nuestro dueño. Es decir, ¿te sientes importante para él y orgullosa de tu extremo defectuoso? Pues ni te creas que es su lado preferido para evitar roncar…
Bueno, yo que todo lo veo y que todo lo sé, te voy a revelar la causa real de tu parte aplastada. ¡Aunque te han pasado cosas terribles como aquel día en que casi mueres! o sea, no me alcanzo a imaginar …
La verdad, es que fuiste comprada en un puesto de esos que dice AGÁCHESE Y LLEVE, lo que se traduce como mercado de pulgas. Pero, tampoco creas que eras de segunda, ni usada, querida…
Tú pertenecías a un grupo de productos de bodega que ofrecieron como saldo, pues llevabas más de cinco años esperando a ser vendida. Por tanto, tu defecto de aplastamiento corresponde al peso que soportaste todo ese tiempo, de muchas cajas encima que te ocultaban y ni siquiera el almacenista sabía de tu existencia, ¿puedes creerlo?
¡Ay pobre MÍA, qué tonta eres! te consuelas a ti misma y te crees lo mejor de esta habitación! buscas cualquier razón para llamar la atención.
¡Ains! No entiendo por qué me siento así… Siempre pensé que el servir de apoyo permanente a mi cabecita, me había deformado, ¡pero con agrado! Siempre me he sentido orgullosa de mi lado aplastado; es más, este defecto físico ha sido un símbolo de gratitud y confianza con que Él me ha tratado.
Agosto 28
Estando aún muy oscuro, mi dueño tuvo que despertarme abruptamente. Sólo él sabe lo difícil que es levantarme. Si por mí fuera, lo haría después de las doce del día.
- ¡Ayyyy… casi te quedas! ¡No me puedo ir sin ti, no me puedes faltar, sabes que eres MÍA, sólo MÍA!
Me estrechó entre sus fuertes brazos y me cargó cuan novio enamorado. Con esas hermosas muestras de amor, sentí que me derretía.
¿A dónde vamos?, le pregunté varias veces con dulzura, pero no obtuve respuesta alguna. Sólo corría de un lado para otro, apresuradamente abría y cerraba puertas, cajones, pero no me escuchaba. Luego, me introdujo entre una estrecha maleta asegurándose de que yo estuviera bien.
Bueno…me conformé con saber que me llevaba. Eso era lo que finalmente me importaba.
No sé cuántas horas pasaron, hasta que vi la luz del día. Me sacó con un poco de dificultad, pero con mucho cuidado. Miró con atención una parte muy especial del
lugar y me colocó allí con una gran sonrisa. Sentí la suave textura de hilazas de algodón, bajo mi cuerpo. ¡Estaba en un lugar privilegiado!
Pude observar a través del tejido de una fina y colorida hamaca, el paisaje más hermoso que nunca antes alguien hubiese visto. Un cielo azul profundo, con delicados pincelazos blancos, que refrescaban el aire, uniéndose al mar en el horizonte; un mar de muchos colores, si mal no estoy, siete eran los que se contaban.
Las olas lentas pero constantes, con su suave movimiento al ir y venir eran música para mis oídos. El delicioso aroma de palmeras, arena, brisa, mar, me tenían extasiada.
Pasaron menos de 30 minutos, cuando Él posó su hermosa cabeza sobre mí. Nos hundimos en el agradable chinchorro amarrado por cada extremo a un par de altas y elegantes palmeras que nos protegían del sol. Primero metió su humanidad, tratando de guardar el equilibrio y luego, estando allí dentro asegurado, me tomó de una esquina y me subió para que pudiera ver en una mejor posición junto con él, aquel lugar de nunca olvidar.
¡Fueron los mejores cinco días de mi vida! Dormimos hasta tarde, escuchamos la música de los alrededores y la algarabía lejana, pero arrulladora. Pasamos las horas, apoyados el uno en el otro, contemplando el firmamento en las noches estrelladas, hasta que el sueño nos vencía. Era el Paraíso. No queríamos que terminara. Yo sentía que estaba disfrutando de una luna de miel, al lado de mi amada cabecita decorada de canas.
Septiembre 03
Ayer estaba furiosa, porque ya era casi media noche y él no llegaba; por su puesto, yo estaba literalmente, ¡helada! Como pasaban los minutos y no escuchaba que se abriera la puerta, empecé a preocuparme, imaginando todas esas cosas horribles que dicen los noticieros a cualquier hora del día.
Por fin apareció en la puerta de la habitación, encendiendo el interruptor de la luz. Yo quería abrazarlo y decirle mil cosas, desde regañarlo hasta acariciarlo con ternura. Pero me contuve cuando lo vi allí de pie, muy demacrado. Se le veía cansado y sin ganas de levantar los pies. Dejó caer su saco sobre el piso, se quitó la camisa, se sentó en la cama y se quitó el pantalón.
Sudaba, tenía sus ojitos entre cerrados por el agotamiento, pero, aun así, apagó la luz, hizo un gran esfuerzo y se fue a la ducha. Mientras tanto, yo esperaba sobre la cama, con los brazos abiertos para acariciarle, apenas se acostara.
En la habitación se sentía un olor picoso; no podía identificarlo. Miré para todos lados tratando de encontrar el origen de ese aroma, pero no veía nada en medio de
la oscuridad. Después de un largo rato, salió del baño, antecedido por una gran cantidad de vapor y olor a jabón, que se mezcló con el de la habitación.
Se metió en la cama y tomándome entre sus manos, dejó que su cabeza cayera pesadamente sobre mí. Sentí nuevamente el olor picoso, pero con gran intensidad. Empecé a imaginarme unos chiles rojos, mezclados con amarillos y anaranjados, revueltos en una vasija con salsas, vinagre, ajos, zanahorias, cebollas y muchas especias más. Era un aroma penetrante, tanto que, ni siquiera el baño pudo quitarlo de sus cabellos. Su respiración era profunda y con cada exhalación yo me ahogaba con ese intenso olor.
No sé a dónde estuvo, pero de lo que sí estoy segura, es que, mientras yo sufría porque no llegaba, él disfrutaba en alguna taquería mexicana, con sus amigotes, consumiendo grandes cantidades de capsaicina, mezclada en la comida condimentada. Vaya uno a saber, qué cantidad y de cuántos tipos de chile consumió este hombre durante ese viernes de juerga.
Septiembre 07
Han pasado más de dos días, que no he podido sentir a mi cabecita bella. Estoy muy sola, me siento triste, ¿qué pasará? Últimamente, se ha ausentado con frecuencia, llegado tarde o en extremo cansado.
Dios, lo único que deseo con todo mi ser, es que esté bien, que nada malo le haya pasado.
Oh…, escucho voces… se ríen y hacen mucha algarabía. ¡Es él, si, es él! ¡Qué bien, se le escucha dichoso, eso me hace muy feliz!
¿Y quién será la otra persona? Es una voz femenina y coqueta. ¿De qué se ríen? ¿Qué será lo gracioso de su ausencia durante este tiempo? Empiezo a sentir que mis entrañas se revuelven y mis sentimientos se atraviesan.
Septiembre 11
Ahora veo claro… puedo unir cabos…
¡La tristeza de mi dueño el día que casi muero, su cansancio la noche que comió chiles sin compasión, los dos días que no llegó a casa, luego la algarabía y la risa de Ella!
Desde una esquina de la habitación, donde me colocaron a partir de esa noche, solo he podido ver que está muy pero muy feliz, mientras mi Alma se humedece de tristeza. Cada día me hundo más en el rincón a donde fui a parar, cuando celebrando su gran felicidad, Ella me lanzó contra la pared para despejar la cama.
Yo deseaba que Él estuviera bien, porque siempre lo he amado, siempre lo he esperado…
Pero desde aquel día en que todo se empezó a volver más oscuro para mí, he notado que ponen sobre mi humanidad toda clase de ropajes sobrantes que no me dejan respirar. Lloro constantemente y siento que mi hermoso interior está volviéndose negro y mal oliente. Siento que ya no puedo más…
Septiembre 17
Diario, diario querido… tengo una mezcla de sentimientos… He quedado embutida en un montón de trapos limpios, sucios, nuevos, viejos; esto es un desastre… Y todo ocasionado por el gran amor que mi cabecita le siente a Ella; ¡está como idiotizado!
Por supuesto, ella, muy hermosa, para qué lo voy a negar, se aprovecha de él y de su ceguera. Él organiza, lava, plancha, la atiende y ella, ni siquiera hace la cama, todo lo tiene que arreglar él.
Vale la pena recordar que, quien me envió a este horroroso rincón, fue la “Dama”…¡pero ya verá que de esta salgo, porque salgo!
Esta noche, cuando mi cabecita pase por la habitación, haré todo lo posible porque me vea. Aprovecharé mi lado deforme, para que todos los trapos que esa mujer me ha puesto encima, se escurran y quede yo descubierta. Una vez me vea, haré que me tome entre sus amorosas manos, me levante y recuerde todos esos hermosos momentos que pasamos juntos, sin interferencia de ninguna otra. Así, teniéndome cerca de su corazón, haré vibrar toda mi suavidad interior para que de alguna forma no me aleje de él jamás.
Además, qué satisfacción tan grande sentiré cuando me pueda interponer entre Él y Ella; cuando en medio de su primer disgusto él me tome, me haga suya. ¡Por todo eso, hoy, de que salgo, salgo!
Septiembre 20
¡Hoy me siento muy feliz! No hay nada mejor que estar convencida de que todo es posible, que los sueños se pueden alcanzar, que la constancia vence lo que la dicha no alcanza. Diario, querido diario, ¡soy feliz!
¡Estos días han sido M-A-R-A-V-I-L-L-O-S-O-S; no quepo entre mi propia funda! Mis entrañas están esponjosas, estoy reluciente, me siento más grande y blanca. Puedo respirar con libertad y tranquilidad.
Aunque no logré el mismo día mi cometido, para que todos esos mugrosos trapos me dejaran en paz, no me di por vencida. No salí el mismo día, pero no me dejé derrotar.
Ayer, finalmente, mi cabecita me encontró. Me miró con asombro y tristeza a la vez. Me preguntó ¿qué me había hecho, ¿quién me había enviado a semejante destierro, por qué lo había abandonado?
Ay… si mi cabecita escuchara lo que mi Alma siente, dejaría que mis fibras lo absorbieran y no saldría de mis entrañas jamás.
Con mucho sigilo me puso en la lavadora, con los mejores y más finos jabones, deliciosas pompas y suavizante perfumado. Me secó con temperatura para prendas delicadas y mucho amor.
Lo vi hacerlo a hurtadillas, porque cada nada se asomaba a la puerta de la lavandería a vigilar que no llegara Ella.
Afortunadamente para ambos, todo salió bien, logré quedar limpia y adorable. Luego, con la frente muy en alto y orgulloso de mí, me presentó ante la dama. Ella no podía creer lo que veía y disimulando cuando él le preguntó quién me había enviado al cadalso, volteó la cara como quien no quiere la cosa, pero yo percibí una mirada maquiavélica que no entendí.
Septiembre 21
Querido Diario, ¡Me niego rotundamente!¡No y no!
¡En medio de dos recién casados, No!
Por supuesto, Ella arremete contra mi cabecita manifestando exactamente lo mismo; le dice que yo todo lo escucho y todo lo veo. Ja, ja, ja, estoy orgullosa, ¡ella siente que soy su competencia!
Él le explica que sólo conmigo puede dormir profundamente, que adora mi parte aplastada porque soy terapéutica. Ella le grita que si acaso soy su amante y me hala por una de mis delicadas costuras. Afortunadamente, aunque mis extremos se cierran con puntadas hechas a mano, son reforzadas y a prueba de locas celosas.
Mientras tanto, mi cabecita se enternece tanto con la una como con la otra.
Mi hermoso amor, no me deseches, ella, la humana jamás te será tan fiel como yo. Recuerda que te he escuchado susurrar, he secado tus lágrimas y tu sudor, sin que recibas un reproche de mi parte. Te he alentado en tus momentos difíciles y me he congraciado con tus historias felices. No olvides que conozco desde tus pensamientos hasta más allá de tus partes nobles.
Gracias por defenderme, gracias por cuidarme, gracias por llevarme contigo a todas partes, donde vas a pernoctar por más de media semana. Gracias por confiar en
mí, sin importar mi edad, mis defectos, por demostrarme que conmigo encuentras la verdadera paz.
No importa donde me pongas, siempre y cuando sea a tu lado; me someto a lo que quieras con tal de no dejar de escuchar cada noche tus palabras:
- ¡MÍA, que rica que eres MÍA!
En efecto, Él, su cabecita grisácea, la abraza cerrando los ojos y apretándola contra su pecho, antes de apagar la luz. Luego, dice a su esposa:
– Pues entonces, esta decisión no admite discusión ni negociación; como tanto te molesta y ella es MÍA, de ahora en adelante, no la usaré más para mi cabeza; al dormir la pondré en medio de mis piernas y cuando me siente a trabajar, la usaré para evitar este problema de la ciática que me está matando de verdad”.
FIN
Lumana
2022
Comentarios
Publicar un comentario