VIVIENDO por Myriam Olaya

Cuántos amaneceres, cuántos anocheceres, Cuántos caminos, cuántas decisiones. Parece que todo se midiera en cantidades, pero con el tiempo nos damos cuenta que la realidad se mide en momentos de felicidad, de tristeza, de alegría, de asombro, de nostalgia, de todo un poco. Y esto nos lleva a apreciar cada instante, a valorar cada palabra, cada acción, cada pensamiento. Nuestras vidas fluyen como ríos y en esa fluidez encontramos escollos y también manantiales de tranquilidad. ¿Y qué espero de mí en ese caminar? ¿Qué espero de quienes están a mi alrededor? A veces sentimos que todo debería brillar como el sol en el día y la luna en la noche, oler como la fragancia sutil de las flores, verse en todas partes los maravillosos y alucinantes colores que nos ofrece la naturaleza, escucharse como los cantos hermosos y variados de las aves que nos rodean, que solo giremos en la rueda del parque de diversiones y nos acompañen estruendosas carcajadas y abrazos infinitos. Realmente somos maravillosos seres habitantes de este planeta llamado tierra, que nos invita a vivir un proceso de aprendizaje si nuestro ser así lo entiende y determina. Y viéndolo así, como son todos los aprendizajes, percibiremos esos sentirés, colores, sabores, olores, en pequeñas dosis. Entonces concluyo que espero conocerme más para poder acentuar todo lo positivo que tenga y mejorar lo que aparentemente es negativo, pero que en realidad está señalando mis falencias; esto me permitirá sin duda disfrutar de todo lo que me suceda y me rodea, apreciar esas aparentes pequeñas dosis que cada ser necesita para equilibrar su ser, además de dar a los demás algo más genuino desde mi centro. Con esa mirada llegamos a la conclusión que lo mejor es no pensar en esperar algo de quienes están a nuestro alrededor, dado que cada uno es lo que en su camino esté trazando, no para nosotros sino para sí mismo. Igualmente, nosotros estamos alrededor de los demás, dando de lo que nuestro ser puede ofrecer de acuerdo a nuestro crecimiento como alumnos. Eso debería darnos tranquilidad en cuanto nos da la libertad de hacernos cargo de nosotros mismos, de entender sin juzgar a los que nos rodean, de aprender a apreciar y valorar lo que nos llega, pero sobre todo de impregnar de ímpetu y amor cada paso que damos sin esperar resultados, solo viviendo y saboreando todos y cada uno de los instantes de la vida. Sigamos caminando...... Paso a paso....

Comentarios

Entradas populares