ENSAYO SOBRE EL FEMINISMO por MYRIAM OLAYA
El feminismo, correctamente visto sería de gran valía, pues defiende los derechos de las mujeres y propende por la igualdad frente a los hombres. Importante en el desempeño de la mujer, pues llevaría a no discriminarla en su posición de estudiante, trabajadora e independiente, lo cual redundaría en igualdad de condiciones frente a la obtención de un título, un cargo con su consecuente valoración monetaria, etc.
Desafortunadamente y sobre todo en sus comienzos, tuvo una equivocación en el proceso, tratando de llevar a las mujeres a ser iguales a los hombres, lo cual en su esencia no es posible. No se trata de ser igual sino de que la mujer sea valorada en igual forma, no como hombre sino como un ser integrante de una comunidad con muchos roles diferentes, como el hecho de poder ser madre por ejemplo, de tener una intuición por naturaleza superior a la del hombre y no por ello sentirse superior, valga la redundancia, a él, entendiendo que son seres complementarios. Eso sin ir más allá donde se sabe que nuestro ser posee energía masculina y femenina que deben ser reconocidas y manejadas en igualdad de condiciones.
Se suscito un valor magnánimo de la mujer, muy válido, pero se mira en comparación con el hombre y no simplemente como lo que representa: el valor personal de un integrante más de la sociedad con deberes y derechos. No debería existir comparación, sino reconocimiento de hombres y mujeres con sus alcances, capacidades y características, dándoles el sitio correspondiente en todos los ámbitos.
Se ha mejorado mucho en esa percepción, pero falta un camino largo. Hoy por hoy, por ejemplo, hablamos de feminicidios, pero poco se visibiliza el abuso contrario, de la mujer hacia el hombre. Se ha convertido en una guerra de fuerza y poderes que no tiene en cuenta el interno de cada ser y tristemente muchas mujeres lo toman como bandera para establecer dominio, muchos hombres se sienten desplazados sin razón, pues unos y otros en lugar de asimilarlo como el complemento real que debe existir entre los dos sexos, lo ven como una lucha frontal.
Es nuestro deber concientizarnos de nuestra tarea en el mundo, donde nuestro pensar y actuar femenino o masculino son los que determinarán el funcionamiento y progreso de una sociedad. Todo esto comienza desde la base educativa en los niños, a quienes les estamos transmitiendo respecto de nuestras funciones independientes del sexo que se tenga, tanto en el hogar como en las escuelas. Es momento de cuestión.
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