LA PANDEMIA, O CRONICA DE UNA MENTIRA GIGANTEZCA, COMIDA Y DIGERIDA POR MILLONES DE INCAUTOS por María Victoria Olaya

 

 

(Punto de vista de una enfermera con experiencia en Salud Pública y Epidemiología.)

 

Desde mis asomos al mundo Microscópico, lleno de mentiras, manipulaciones, prejuicios amañados, negocios sucios y muuuucho dinero, no he dejado de seguir esos paradigmas “científicos” al igual que los religiosos.

FE ES CREER LO QUE NO VEMOS; PORQUE DIOS o…. Los miedos de comunicación… LO HAN REVELADO… para una niña inquieta como yo, los asuntos de FE nunca fueron el PAN COMIDO.   Aprendí en una familia muuuy católica, dogmas de fe, que nadie cumplía, pero eso sí eran verticales con todos sus miembros para que lo hicieran.

 Me toco un día, con 5 años, hastiada de tantas amenazas de que el diablo me iba a llevar para que me quedara quieta, castigada, encerrada en el solar de mi casa, de noche… Me abracé de un árbol de cerezo, por si acaso…, del mismo terror llevado al delirio, empecé a llamar con todas las fuerzas que podía, al dichoso diablo, le gritaba que viniera, si era que existía… El diablo nunca llegó, ese día aprendí a matar esos monstruos de miedo con que nos asustaban, para que nos estuviéramos quietos, sumisos y siempre miedosos, dependientes… Y encogidos. La luz que se prendió esa noche, cuando el diablo, tal vez asustado por mí, no se apareció, me acompaña hasta la fecha, 70 años después, para reconocer, analizar, conjurar esos monstruos, de otra manera no estaría viva.  Así me toco con los preceptos morales, sexuales, sociales, económicos y políticos… encontrar y buscar la trampa de especulación y prejuicios absurdos que los sustentaban. Ejercicio solitario, pues también encontré que estos miedos y prejuicios se podían convertir en el ÚNICO soporte de vida para la mayoría de los asustados.

Paralelo a este juego infantil, mi padre sufría mucho cuando llegaba la época de comprar los útiles del colegio, y yo, en solidaridad silenciosa con él, llevaba TODAS las materias en un gordo cuaderno de 100 hojas cuadriculado.  Resumía mucho para que alcanzara en un año 7 temas diferentes y le ponía muchísimo cuidado a lo que decía la maestra.  Así grabé las clases en la memoria, sin saber que esta duraría más que los cuadernos NORMA.

En bachillerato, la MICROBIOLOGÍA era otro ejercicio de FE.  ¡No había microscopios y todo eran historias fantásticas de unos seres muuuuy pequeños que mataban, enfermaban, se comían unos a otros, al dibujarlos desafiaban todo el armamentismo de la OTAN, y los guerreros monstruosos de todas las películas de ficción existentes…! ¡La única conclusión que se podía sacar de esto era: “¡LÁVATE LAS MANOS, CON AGUA Y JABÓN” cada vez que vaya al baño…! ¡So pena de entrar en el mundo de la enfermedad y la muerte…TERRIBLE!!!

En la universidad los profes de MICROBIOLOGÍA, armados de microscopios, de cajas de Petric, tinciones, tapabocas, guantes, pinzas, palos, nos mostraron a los facinerosos bichos, pero también nos contaron cómo este mundo es la FUERZA CREADORA MÁS GRANDE DEL PLANETA, o sea LA VIDA, cómo la conocemos, viene de ellos, cómo se autorregulan, cómo evolucionaron hasta crearnos a nosotros mismos y todo lo que vemos… Cómo se organizan y se especializan en diferentes obras, siempre en favor de la vida… la defienden, la procuran…


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