Sin Título por YAZO

17-abril-1942

Hace frío, los inviernos son cada vez más fuertes, por culpa de esos vientos no crecí como

habría querido, mi sabor no es tan dulce como los otros. Tal vez por eso he durado tanto en

esta tienda, en esta vitrina, en este polvo. Quizás sea porque una bomba ha caído hace

tiempo y las voces humanas se han desvanecido.

23-abril-1942

¡Unos niños han llegado!

—Tengo mucha hambre —dijo el niño mocoso, con los ojos salidos y su piel pegada a sus

huesos.

Espera a que entre al baño y nos comemos ese pan —dijo ella—, una chica animada pero

con grandes ojeras y una piel verdosa.

Por primera vez hablaban de mí, estoy emocionado. Por fin me van a probar. ¡Qué alegría,

incluso creo ser más colorido!

El niño, quien no tiene zapatos, se acerca y me mira con los ojos más brillantes que he visto

alguna vez. El niño empieza a babearme, me da asco, pero también es un halago.

Se ha prolongado la espera, una hora ha pasado y los placeres, las miradas, la carne y el

alma del niño y la mía han fluctuado hermosamente, pero es suficiente, ya es hora. Que

salga, que me coma.

30-abril-1942

Ella salió, el mejor momento de mi vida había llegado, lástima que esa segunda bomba lo

interrumpiera.

¿Cómo se suicida un pan al que sus aspiraciones por alimentar se han acabado?

Las cenizas de los niños son ahora las que endulzan mi cubierta

Fin

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