Mi querida niña por ISABELLA GONZÁLEZ JIMÉNEZ
Formada en un laboratorio,
pequeños frascos de vidrio que contenían tu nombre antes
que siquiera tu corazón se hubiera formado,
sustancias que trazaron el rumbo de tu diminuto ser,
pero hoy,
aquí y ahora somos
polvo estrellas hechas del caos,
el agua nos adorna ante el reflejo de la luna,
el Sol baña nuestra piel con miel sedosa y dulce, tan
brillante que ciega nuestros miedos y temores,
el fuego brinda validez a nuestra alma podrida y
melancólica,
el viento se lleva las palabras nunca dichas a un lugar
escondido en el borde del mundo.
Mi querida niña,
esta noche te perderás en sueños lejanos y pesadillas
malditas,
donde las arrugas
prematuras perfumadas con amor se enredarán en el árbol de la tristeza,
donde el canto de un ave silenciada por la voz de un hombre
con riqueza,
Pero cuando todo acabe una curva se adueñará de tu boca y
un helado de fresa servida en un cono de galleta,
te devolverá el sentido de tu vivir en un mundo perdido y
mágico.

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