POR DIANA GUZMAN
En un intento de
comprender la voluntad de Dios para mí, se suscitó este diálogo con Él:
Señor, ¿A dónde
me queréis llevar?
El me respondió: ¿A dónde quieres ir?
A lo que yo
respondí: Yo quiero ir a donde Tú me lleves.
Y Él me hizo saber:
Yo quiero llevarte a donde tú quieres ir.
Entonces no tenía
claridad a dónde ir, porque siempre creí que Él tenía un plan diferente al que
yo había soñado, que superaba mi deseo y mi realidad.
Señor, a veces cuando
me devuelves la pregunta, no sé que responder. Pero voy teniendo la certeza que
caminas conmigo, que ya no soy una niña, y me tratas como a una adulta a quien
has enseñado a vivir, a amar y servir.
Y en un intento de
responderle, voy comprendiendo que quiero hallar un lugar seguro en mi
existencia, donde pueda ser lo que estoy llamada a ser, donde pueda vivir
plenamente y estar en comunión conmigo misma, con los demás, con lo creado, con
Dios.
Es allí donde
quiero estar.
Comentarios
Publicar un comentario