Andrea Jeraldin Pedraza
A veces la vida es una
turbulenta neblina, el tiempo se desliza, la duda invade. ¿Para qué seguir? Entonces, un rayito de sol se asoma entre las hojas de un
árbol, el aire fresco
me hace estar presente, una risa estalla en la calle, me contagia. Una canción
olvidada, regresa y envuelve mi alma con su melodía.
Los pequeños detalles encienden mis
sentidos, en los ojos de un ser querido, el roce de una brisa fresca, el
pálpito del corazón al dar un beso, una sonrisa o la bendición de mi mamá. El escuchar las anécdotas y mejor el vivirlas porque eso
hace una única existencia del ser.
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