Por clemencia lopez

 Retornar a la vida por los años cincuenta, niñez vivida con ausencias y alegrías, descubrir el mundo, la naturaleza, el placer de ser arrullada por el agua, músicas que te llenan el alma y que te invitan a bailar, los años 20 plenos de descubrimientos externos y también muy íntimos.

Dar a luz, una experiencia de dolores y de dichas plenas auténticas, amar y ser amada hasta alcanzar la edad madura, enfrentar los avatares del proceso natural y, como dice la poetisa Gluck, morir es abrir una puerta a otras experiencias y continuar el andar.